A las clases asisten deportistas, maratonistas y atletas de toda Venezuela
Activos y con energía positiva los asistentes dedican la clase a ese ser especial que aman o a algún propósito para la semana con el fin de dar lo mejor de sí mismos en la clase
A las seis de la tarde de cada lunes se empiezan a observar una gran cantidad de alfombras de todos los colores que van llenando poco a poco la plaza de Los Palos Grandes. Hombres, mujeres y niños de todas las edades se sientan a conversar mientras esperan que comience la clase de “Yoga en la plaza”.
La instructora, Valentina Guzmán, tiene una suave voz que va indicando la transición a cada una de las posiciones, algunas resultan un poco complicadas para los asistentes, sin embargo esto no se convierte en una limitante para no intentar ejecutarlas. A la clase asisten alrededor de 500 personas que a pesar del ruido que generan los carros y la gente por los alrededores de la plaza logran concentrase en la clase y generan ese clima de paz que ofrece el yoga.
Las diversas posturas tienen nombres de animales, una de ellas es la del oso que sirve para comenzar a hacer ejercicios de relajación, respiración y concentración. Meditan al son de largos “ommm”. Cuatro chicas y un chico con aspecto de hippies son los instructores, todos llevan puesto camisas que dicen “yo amo el yoga” y con entusiasmo ayudan a cada uno de los asistentes a mejorar sus posturas. Entre los instructores se encuentra Lilian Tintori esposa del ex alcalde de Chacao Leopoldo López.
Algunas de las posiciones mas usuales son corredor, plancha, perro uno y perro dos. Mientras el público trata de realizarlas, las instructoras llaman constantemente a la concentración. En la plaza hay tres tarimas y en cada una de ellas hay un instructor que hace la demostración mientras los otros caminan alrededor animando, motivando y corrigiendo las posiciones de los asistentes.
Así transcurre una hora de completa paz y armonía en Los Palos Grandes, donde el público trata de alejarse por completo del estrés, las colas y la inseguridad de la capital. La clase termina con ejercicios para las piernas, muñecas, espalda y abdomen además de un canto que entonan todos los asistentes y un fuerte aplauso. La actividad es organizada por la alcaldía de Chacao desde hace ya diez meses, pero no fue sino hasta la semana pasada que consiguieron el primer patrocinante.
María Eugenia Sosa, asistente a las clases de yoga, indicó: “asisto a las clases desde que iniciaron, es una excelente opción venir los lunes porque me relajo e inicio la semana con buen pie, también vengo los sábados porque así puedo renovar las energías gastadas durante la semana”.
De igual manera Alejandro Espinoza, señaló que cuando comenzó con las clases se le dificultaba un poco las posiciones pero ya lleva 3 meses asistiendo y asegura que ha mejorado su capacidad física y mental.
Yoga en la plaza fue una iniciativa de Lilian Tintori, son clases gratis de una hora de yoga básico multinivel que al principio se llamaba yoga para todos, y cuya finalidad era quitar el mito de que hacer yoga era una disciplina muy compleja y que no todos podían practicarlo. Así como también brindar accesibilidad para los caraqueños porque para muchos resultaba muy costoso e inalcanzable.
Luisana Burgos, asistente desde las primeras jornadas de yoga en la plaza, asegura que este tipo de prácticas en toda Caracas buscan contrarrestar el clima de la violencia que se vive diariamente en la ciudad. “Antes no había donde hacer yoga, ahora se dan clases casi todos los días en el Parque del Este, en La Estancia y aquí en la plaza”.
Yoga en la plaza resultó ser una alternativa diferente para los citadinos, es una hora de unión y meditación para los que se acercan. Una propuesta diferente que se brinda en Caracas para el bienestar de la sociedad.
Astrid Estrada.
Astrid Estrada.
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